El Concejo aprobó la expansión de videovigilancia y el control de Obra Pública
Durante la mañana del viernes 8 de noviembre se desarrolló la Sesión Nº 1002 en la sala “Alejandro Real”, donde los concejales trataron diversos temas y se aprobaron dos Ordenanzas.
La primera de ellas tiene que ver con la expansión del Sistema de Video Vigilancia, que podrá incluir cámaras de privados. Al respecto la autora del proyecto Alexandra Beltramo expresó: “La Ordenanza hace referencia a la posibilidad de contar con una expansión del Sistema de Video Vigilancia de la Municipalidad. Esto viene a fusionar lo público con lo privado. Se solicita la creación de un registro de cámaras de particulares porque hoy el Municipio no cuenta con ese tipo de relevamiento. Acto seguido aclaró: “Son las cámaras privadas que están sobre la línea de edificación tomando imágenes hacia la vía pública, y a la vez, hacer un registro de aquellas cámaras que estén dentro de la vivienda pero que también estén filmando hacia la vía pública”.
El Presidente Franco Stampone se refirió a la otra normativa aprobada unánimemente que tiene que ver el control de la Obra Pública: “Es un Proyecto presentado por Gustavo Poeylaut utilizando la banca ciudadana. Trajo una iniciativa para mejorar el control de cara a un futuro con más transparencia, con más previsibilidad, pero sobretodo con mejor obra pública. La ciudad ha estado en el centro de la crítica respecto a no solamente a la calidad sino también al otorgamiento y a las licitaciones de determinadas obras. Cuando reclamábamos nos contestaban que las empresas constructoras tenían un control interno y para nosotros es insuficiente, porque es el caso del zorro cuidando el gallinero” ironizó y agregó: “Esta Ordenanza va a solicitar y a autorizar al intendente para celebrar convenios con la Universidad Tecnológica de Venado Tuerto y con la Universidad Nacional de Rosario a fin de que instituciones públicas que ofrecen garantías de legitimidad sean quienes estén encargadas de controlar que la obra pública firmatense sea de calidad y que sea otorgada por reglamento. Quiero destacar que ésta Ordenanza fue aprobada por unanimidad, lo que indica que cuando nos juntamos, debatimos y ponemos el interés de la comunidad por encima de todo, la cosa avanza”.
Uno de los temas que más encendió el debate fue el de la futura instalación de radares sobre ruta 93. Uno va a estar ubicado a la altura de calle Entre Ríos y el otro será situado por la misma arteria provincial en su intersección con Avenida Santa Fe. Al respecto Nicolás Rufine sostuvo: “Nos enteramos por los diarios y acá hay una Ordenanza que prohíbe la instalación de radares en Firmat. Estamos apelando a que nos expliquen que piensan hacer porque hay que cumplir la ley. La Municipalidad siempre nos informa a través de los medios en lugar de convocar al Concejo a un debate. Entramos en la etapa del Maximinato, porque para Leonel Maximino las cosas se hacen como él diga y sin consultar nada”.
Por otra parte el edil de Juntos se refirió al “Compre Firmat”: “Es una iniciativa para que la Municipalidad de Firmat deje de generar trabajo en otras localidades, como la compra de adoquines en Pérez, juegos de plaza en La Pampa, y baldosas en Córdoba, todas cosas que se pueden hacer en nuestra ciudad. De hecho los obreros de Vassalli, a modo de chiste decían podemos fabricar aviones no vamos a poder fabricar una cinta transportadora. Esta Ordenanza es una herramienta para que todo lo que compre la Municipalidad de Firmat tenga una prioridad en relación a la industria y el comercio firmatense”.
Por último desde el Bloque Oficialista Claudio Garziera también opinó sobre la inminente instalación de radares. “A veces tenemos que dejar las mezquindades políticas y ver el pedido del tema radares en ruta 93 donde los vecinos están muy preocupados por la velocidad en que pasan los vehículos. No sabemos si va a ser una solución pero en este caso va a ser muy importante porque al pasar mucho tráfico pesado sin ningún tipo control, no miden a la velocidad que pasan. Lo mismo ocurre en la Ruta 33 que es mucho más grave. Nosotros como ciudadanos tenemos que ser responsables porque las rutas cruzan por una traza urbana, donde hay gente, ciclistas, y hay fábricas. Yo estoy en contra de los radares que se esconden atrás de un árbol, porque esos sí son recaudatorios, pero acá va a ver un convenio, cartelería bien grande, donde la gente va a saber que está pasando por una traza urbana donde tiene que dirigirse a una velocidad que es de 60 kilómetros por hora. Hemos estudiado varios temas de reducción de velocidad y el lomo de burro termina destruyendo toda la ruta”, concluyó.